Octubre, mes para la sensibilización sobre el cáncer de mama
Hablamos con la compañera Beatriz Galván, coordinadora del Grupo de trabajo Psicooncología del COPCV: “Ante el diagnóstico de cáncer de mama, nos enfrentamos a una afectación de la seguridad y la confianza del rol femenino, sexual, maternal y social”.
Beatriz Galván, Psicóloga. Coordinadora Grupo de trabajo Psicooncología COPCV |
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo (OMS, 2020). Se estima que 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida. Durante 2020 se prevé diagnosticar 32.953 casos de cáncer de mama en España (SEOM, 2020).
El diagnóstico oncológico de cáncer de mama así como los tratamientos, sus efectos secundarios y las secuelas que generan, afectan a la autoestima de la mujer y a su imagen corporal. Ante el diagnóstico de cáncer de mama, nos enfrentamos a una afectación de la seguridad y la confianza del rol femenino, sexual, maternal y social.
El disponer de apoyo social y familiar es importante a lo largo de todo el proceso. En el caso de tener pareja, el cómo ésta brinda ese apoyo es crucial. A lo largo de las distintas fases de la enfermedad se experimentan dificultades de ajuste en la relación de pareja, y en muchos casos aparecen cambios en la sexualidad.
La Psicooncología trata de dar respuesta a las necesidades psicológicas y emocionales que surgen en la paciente y en su entorno familiar a lo largo del proceso de enfermedad, así como ante las posibles recidivas, en su reincorporación a la vida diaria y en los cuidados paliativos.
Las intervenciones psicológicas eficaces con mujeres afectadas de cáncer de mama se centran en la psicoeducación, el counselling, el mindfulness y la psicoterapia, tanto individual como grupal. Lo ideal es que la atención a la mujer y a su entorno familiar, la realice un equipo multidisciplinar, donde intervengan todos los profesionales que aborden las distintas problemáticas a resolver. Debemos prestar atención a las características individuales y las necesidades emocionales, relacionales, físicas y sociales de cada mujer y su entorno particular.
Ante el diagnóstico y los tratamientos de cáncer de mama, la mujer sufre malestar emocional (incertidumbre, miedo, ansiedad, tristeza, rabia…), sumado a posibles dificultades y cambios en las relaciones interpersonales, familiares, de pareja y sexuales. Pueden aparecer también secuelas de tipo físico que afrontar, así como problemas laborales y dificultades económicas que manejar.
A esta gran cantidad de estresores, debemos sumar la situación actual: el trauma colectivo que ha supuesto y supone la pandemia de COVID-19, las consecuencias de la pandemia (a nivel personal, social, económico…), la experiencia de confinamiento y sus efectos, y en algunos casos también el deber afrontar el duelo por la pérdida de un ser querido a causa de la COVID-19.
Todos los efectos generados por la pandemia están afectando en mayor medida a las familias más vulnerables y con escasos recursos económicos. Por lo que a la hora de intervenir, debemos tener en cuenta todos estos aspectos que se suman al duro proceso de ser diagnosticada de cáncer de mama.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama y octubre como mes para la concienciación, y en el escenario de la pandemia, es necesario sensibilizar a la población de estas realidades que continúan presentes en los pacientes oncológicos y sus familias, para poder dar respuesta a sus necesidades y brindarles el apoyo que precisen.
Beatriz Galván
Psicóloga. Coordinadora Grupo de trabajo Psicooncología COPCV