Tras el incumplimiento de las normas Covid-19, está el miedo que actúa como un mecanismo de autodefensa
Esta es una de las explicaciones a las que apunta la Vicedecana 2ª del COPCV, Concepción Sánchez Beltrán, ante ciertos comportamientos. También señala que los mensajes cambiantes y poco claros por parte de las administraciones “provocan que la gente desconfíe, se polarice y bloquee emocionalmente”.
A punto de iniciar oficialmente las fiestas navideñas los menajes de los líderes políticos continúan siendo cambiantes a exigencias, argumentan, del desarrollo de la pandemia. Las nuevas y más estrictas limitaciones que han tomado las comunidades autónomas, han suscitado quejas, aplausos e indiferencia por parte de la ciudadanía. Una ciudadanía que, según recogen los medios, se muestra cansada, frustrada, con síntomas de ansiedad y de estrés, etc.
Más allá del contenido, ¿cómo deberían de ser los mensajes que se lanzan desde las administraciones para concienciar, sensibilizar, y ser interiorizados por la población? “Deben ser claros, precisos, concisos y sinceros para no generar falsas esperanzas. Que no se presten a confusión y que se cree un vínculo emocional. Sólo así - comenta Concepción Sánchez Beltrán, Vicedecana 2ª del COPCV – seremos conscientes de que todos tenemos una responsabilidad con nuestra salud y con la del resto de la población”. En cambio, “si la información es contradictoria, inconstante y poco clara, lo que se produce es que la gente desconfíe de la fuente, se polarice y bloquee emocionalmente. De ahí, que en ocasiones las normas, no se tengan en demasiada consideración”, afirma la psicóloga.
Además, hay que tener en cuenta que “cada individuo interpretara la norma y las restricciones según su personalidad, aceptándola o por el contrario, teniendo comportamientos temerarios, arriesgados”.
¿El ser humano necesita ver imágenes para sensibilizarse?
Las imágenes comunican más información y se retiene más el mensaje que simplemente el texto. No es necesario que sean cruentas para impactar o sembrar el pánico, pero sí es importante que el mensaje se acomode a la realidad y a la gravedad de la situación para que cale. Las imágenes que muestran dureza, mostrando la realidad de lo que está pasando, no son un mal mensaje ya que posibilitan enfrentar la situación que se está viviendo, haciéndonos conscientes y llevándonos a acatar la normas y aceptar las medidas. De hecho, las imágenes cruentas y la dureza del mensaje que trasmitieron, por ejemplo, las campañas de tráfico demostraron su eficacia en las últimas décadas.
En cambio, los mensajes demasiado optimistas y no reales, pueden generar sensación de desánimo y abatimiento, cuando se ve que no son ciertos. Eso sucedió en junio, cuando se anunció que se había vencido al covid-19, dándose falsas expectativas.
¿Por qué algunas personas prefieren hacer ilegalidades y ponerse en peligro? ¿qué mecanismos o procesos actúan?
Cuando nos encontramos ante la posibilidad de perder algo que valoramos, como la vida, la salud, los seres queridos, la estabilidad y/o la rutina, las personas afrontamos estas situaciones a través de diferentes mecanismos defensivos.
Ante la Pandemia y las restricciones, la gente siente miedo, incertidumbre, ansiosa, frustrada, vulnerable… lo que ocasiona respuestas y comportamientos que intentan regular el miedo al coronavirus. Unos, son comportamientos racionales, eficaces y lógicos que se adhieren a la norma. Pero cuando las situaciones no se saben manejar, se cogen otros atajos para auto engañarse, teniendo comportamientos que niegan la realidad o el miedo incontrolado a lo desconocido.
Durante esta pandemia mucha gente se ha saltado las normas y han actuado de forma imprudente e irresponsable y en estas Navidades, si pueden, lo seguirán haciendo, aunque mucha más gente suele acatar las normas.
Las actitudes que marcan las conductas de estas personas son distintas. Hay personas que tienen comportamientos que son absolutamente irresponsables, insolidarias, y que se mueven por puro egoísmo, piensan solo en su bienestar; otras que niegan la realidad y el peligro que supone esta pandemia asumiendo mensajes negacionistas; otras creen que no se pueden contagiar, llegando a exponerse a un posible contagio y exponer también a otros; hay personas con falta de empatía o cognitivamente muy infantiles porque parece que no llegan a comprender la gravedad de la situación; etc. En el fondo de estas actitudes está el miedo inconsciente de asumir una situación preocupante, dolorosa y angustiante, y además el sentirse vulnerable es algo difícil de asumir ya que genera mucha ansiedad y por eso hay personas que se auto engañan pensando que no pertenecen al grupo que puede pasarlo mal.
Pero el ser humano tiene mecanismos de defensa y grandes capacidades positivas que se activan para adaptarnos a las nuevas circunstancias y superarlas. Por eso, hay que fomentar actitudes que nos ayuden a mantener el equilibrio psíquico, positivilizando las frustraciones, la capacidad de ayudarnos unos a otros, la resiliencia, el humor, para proteger nuestra salud mental y permitirnos salir fortalecidos de esta experiencia vital.
