La salud mental es una prioridad en el ámbito laboral
La OCU aborda en un artículo este el tema, indicando los riesgos psicológicos y sociales que impactan negativamente y recogiendo recomendaciones orientadas a prevenirlos.
La salud mental y el bienestar son necesarios en cualquier situación, tanto fuera del trabajo como dentro. En este entorno tan cambiante en el que vivimos y desarrollamos la vida laboral, los riesgos son muchos y amenazan al trabajador y a la organización. Con esta introducción, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) presenta un artículo a través del cual aborda el tema de la salud mental en el ámbito laboral, indicando los riesgos psicológicos y sociales que impactan negativamente en la misma y recogiendo una serie de recomendaciones orientadas a prevenirlos.
Tal y como señala en su texto, en los últimos años, la salud mental “está cobrando especial relevancia”, y esta mayor concienciación “llega también al mundo laboral”. A este respecto, recuerda que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), instan a atender la salud mental y bienestar en el ámbito laboral, teniendo en cuenta que todos los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a contar con un lugar de trabajo seguro y saludable.
La OCU subraya la importancia de la prevención de riesgos laborales, cuya función es la protección de la salud y seguridad de los trabajadores, teniendo en cuenta los múltiples riesgos a los que pueden estar expuestos en función del tipo de trabajo que realicen (a saber, físicos, químicos, biológicos, ergonómicos y psicológicos y sociales).
Riesgos psicológicos y sociales en el trabajo y sus consecuencias
Concretamente, pone de relieve los riesgos de naturaleza psicológica y social, relacionados con el diseño y desarrollo de la tarea, y que “según la OMS, suelen afectar más a las mujeres”, entre ellos, la carga de trabajo, la exigencia y presión laboral, la falta de apoyo laboral, el componente emocional de la tarea que se realiza o las expectativas del trabajador o trabajadora.
Las consecuencias de no prevenir la aparición de tales riesgos y de desatender la salud y el bienestar del personal laboral son múltiples: desde la aparición de síntomas de ansiedad, depresión, insomnio o estrés, hasta el aumento de las bajas laborales y el absentismo, la reducción de la productividad del trabajador y de la organización en general, con pérdidas económicas importantes para esta última.
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