Entrevista a Maria del Carmen Jiménez, docente en el “Diploma Universitario En Tecnología Psicológica y Jurídica Para La Mediación”
Dicho programa formativo comenzará en noviembre en la sede de Valencia del COPCV.
Como ya anunciamos, el COPCV ha desarrollado conjuntamente con la Universidad de Valencia, a través del Instituto Universitario de Investigación en Criminología y Ciencias Penales, el “Diploma Universitario En Tecnología Psicológica y Jurídica Para La Mediación”, que será impartido en los locales del colegio en Valencia.
Maria del Carmen Jiménez, docente de Mediación penitenciaria: “Convivencia y solución dialogada de conflictos en Prisión", contesta a las siguientes cuestiones para familiarizaros con la disciplina en esta área:
1. ¿Qué aporta la mediación al área penitenciaria?
Sin duda alguna, es una herramienta de prevención que al facilitar la solución dialogada de conflictos en Prisión, mejora el clima de convivencia. Ello se traduce en un menor número de faltas y observaciones con las que el sistema sanciona a los protagonistas del conflicto. Este procedimiento es válido desde el punto de vista de la disciplina y seguridad de los Centros Penitenciarios, pero no se dirige a las raíces del problema. Se trata de un procedimiento de índole “paliativo”, no “curativo”, valga la expresión. La mediación ayuda a las partes a indagar en sus emociones, necesidades y motivaciones, en las propias y en las del otro. Generar un espacio de encuentro en el que se reconoce a la otra parte, desde el respeto y la propia responsabilidad en el conflicto. Es cierto que, el entorno penitenciario, por sus características, dificulta las relaciones interpersonales. La falta de intimidad, el entorno cerrado en el que de forma inevitable las personas deben interactuar, actúa como potenciador de malentendidos y discordias.
2. ¿Cómo ve el estado actual de la mediación?
Considero que en estos momentos la mediación es un área que está creciendo. Es necesaria en los diversos ámbitos, no sólo el penitenciario, también en la propia familia, la escuela, la empresa, los tribunales… Y digo necesaria porque en unos momentos de crisis económica, en los que la falta de recursos se agudiza a todos los niveles, son muchas las facetas de la vida de una persona que se pueden resentir. La frustración, puede derivar en rabia y ésta en conflictos y enfrentamientos que no tienen porqué terminar en soluciones extremas. La mediación nos permite aprender estrategias para relacionarnos desde el respeto al otro. Nos ayuda a ser mejores personas y ciudadanos.
3. ¿Qué considera que aporta un mediador psicólogo en una mediación penitenciaria, frente a mediadores con otros perfiles profesionales?
El mediador psicólogo aporta, por ejemplo, el conocimiento de aspectos relacionados con la personalidad y dinámicas relacionales; detección de adicciones y psicopatologías que puedan dificultar el proceso de mediación, entre otras cuestiones que son propias de nuestro ejercicio profesional.
4. ¿Puede ser la resolución de un conflicto realmente equitativa, o el hecho de que “ambas partes se sientan ganadoras” es una percepción que debe lograr generar el mediador?
En la mediación las partes buscan la solución, son ellos quienes deciden cual es la mejor forma para sentirse ganadores y, “ganar” es resolver el conflicto. Inevitablemente ambos tendrán que ceder y tal vez la solución, vista desde fuera no sea equitativa o tal vez sí, no importa, lo fundamental es que ambos se responsabilicen, se reconozcan y elaboren una solución.
5. ¿Qué casos son más propensos a la mediación? En relación a esto ¿Suele existir una disposición positiva de las partes para resolver el conflicto?
La mediación es un proceso al que las partes deben acudir de forma voluntaria. Es indiscutible que quedan descartadas las situaciones en que exista riesgo para la vida o para la integridad física y psicológica de una de las partes. Exceptuando estos casos y aunque en principio alguien pueda ser reticente, es normal, se parte del enojo y del desconocimiento del proceso, pero una vez se explica en qué consiste y los beneficios que reporta, la disposición cambia y son colaboradores.
6. La mediación tiene un trasfondo socioeconómico ya que puede abaratar los costes del proceso, poco eficaces en la práctica. ¿Cree que la sociedad es consciente de que la mediación puede tener un efecto sanador? ¿Lo son, por ende, las autoridades políticas competentes?
Creo que nos falta aún camino por recorrer. La demanda está en la calle, por eso es importante sensibilizar y formar en mediación a los propios profesionales de la psicología. Las decisiones políticas llevan su propio proceso, tienen sus tiempos, pero cuando llegan hay que estar preparados y este Diploma, sin duda, es una importante aportación en este sentido.
7. ¿Qué competencias destacaría que debe poseer el psicólogo mediador? ¿Son innatas o se pueden adquirir?
Una de las competencias fundamentales es el reconocimiento y gestión de emociones. Además de todas las habilidades relacionadas con la comunicación (escucha activa, observación…). La capacidad de autoanálisis e introspección, liberarse de prejuicios y evitar ser directivo, también son fundamentales. Algunas pueden ser innatas, pero en cualquier caso se pueden adquirir y lo que es más importante “entrenar para potenciar”.
8. Para finalizar, ¿qué recomendaría a la persona interesada en el área de la mediación para desarrollar o potenciar estas competencias?
Formarse para aprender a potenciar esas habilidades. Aprovechar la oportunidad que brinda el Diploma universitario en tecnología psicológica y jurídica para la mediación. Desde el que se ha hecho un esfuerzo por atender las competencias que configuran el perfil del Psicólogo Mediador.
9. ¿Alguna otra cuestión que quieras añadir?
Animar a todos los interesados por la Mediación a participar en el Diploma. Desde allí, me pongo a vuestra disposición. Muchas gracias.
