Las intervenciones psicológicas en entornos educativos son rentables
Con esta introducción, UNICEF presenta un informe dirigido a formuladores de políticas, gobiernos nacionales, profesionales y defensores de la salud mental y la educación.
En todo el mundo, más de 250 millones de niños, niñas y adolescentes presentan problemas de salud mental (en la mitad de los casos, antes de los 14 años), y muchos de ellos actualmente no se diagnostican ni se tratan. La aparición temprana en la infancia o la adolescencia de problemas como la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y la depresión se asocia con peores resultados en la vida. Asimismo, muchos/as niños/as y jóvenes informan de un malestar psicológico y social que no llega al nivel de un trastorno diagnosticado clínicamente y que, aun así, perturba sus vidas, su salud y sus perspectivas de futuro.
Uno de los factores de riesgo más poderosos para los problemas de salud mental infanto-juveniles es la exposición a eventos que amenazan la vida, como emergencias naturales o provocadas por el hombre. Los y las menores son particularmente vulnerables a los impactos negativos en su salud mental debido a situaciones de emergencia.
Con esta introducción, UNICEF presenta un informe dirigido a formuladores de políticas, gobiernos nacionales, profesionales y defensores de la salud mental y la educación, a través del cual analiza los costes económicos globales de los problemas de salud mental entre niños, niñas y adolescentes afectados/as por emergencias humanitarias, describiendo, a su vez, los beneficios económicos de implementar intervenciones de apoyo psicológico y social para estos y estas menores dentro del contexto educativo.
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