El rol clave de la Psicología en la promoción de sistemas democráticos para mejorar la salud mental
La Alianza Global de Psicología ha publicado una declaración conjunta a través de la cual hace un llamamiento a la acción en apoyo de la Psicología y los/as psicólogos/as en contextos de libertad social y política restringida.
La Alianza Global de Psicología (GPA-Global Psychology Alliance) -compuesta por más de 70 organizaciones de Psicología nacionales, regionales e internacionales, investigadores/as psicólogos/as y expertos/as sin ánimo de lucro, comprometidos con el abordaje conjunto y activo de los problemas globales, utilizando la ciencia psicológica para mejorar el bienestar humano-, ha publicado una declaración conjunta a través de la cual hace un llamamiento a la acción en apoyo de la Psicología y los/as psicólogos/as en contextos de libertad social y política restringida.
En este sentido, afirma, «la democracia rara vez se materializa en su forma perfecta y no debería utilizarse como pretexto para una agresión internacional”. Como grupo global, la GPA “no busca poner a ningún país por encima de otros”, sino más, bien, “defender los principios de gobernanza política de mejores prácticas en función de sus impactos en la salud”.
El Consejo General de la Psicología de España se ha adherido a esta declaración conjunta, que pone de relieve el profundo impacto de los determinantes sociales y políticos en la salud mental y subraya la importancia de que los/as psicólogos/as en todo el mundo aboguen por la protección y la promoción de los sistemas democráticos, como un medio para mejorar la salud mental a nivel mundial.
Tal y como lo define la Alianza Global, los sistemas democráticos actuales se caracterizan por “la participación plena, informada e igualitaria de todos los ciudadanos, incluidos los grupos marginados, en amplios aspectos de la toma de decisiones políticas, económicas y culturales que es independiente de la inversión financiera y los recursos”. Estos sistemas democráticos brindan a los ciudadanos y ciudadanas “la mayor libertad de elección y expresión”, incluida la libertad de cuestionar a los líderes y sus políticas gubernamentales y de elegir regularmente a quienes consideren mejores, a través de elecciones justas.
De acuerdo con la GPA, “una parte importante de la salud física y mental puede atribuirse a determinantes sociales y políticos”, dado que las decisiones gubernamentales conllevan consecuencias a corto y largo plazo en la experiencia vivida.
Las investigaciones al respecto han evidenciado que los sistemas democráticos apoyan una participación informada y más igualitaria en la toma de decisiones políticas, económicas y culturales, lo que, en última instancia, contribuye a mejores resultados de salud física y mental para las comunidades.
Una parte importante de la salud física y mental puede atribuirse a determinantes sociales y políticos
Los sistemas democráticos fomentan entornos en los que se respetan los Derechos Humanos, se prioriza la transparencia y se minimiza la corrupción, todo ello, clave para promover la salud mental y la cohesión social. De hecho, algunos estudios destacan una relación positiva entre los sistemas democráticos y la salud, incluida la salud mental.
A modo de ejemplo, la Alianza Global recuerda que, aquellas poblaciones con sistemas democráticos electorales muestran, en promedio, “una esperanza de vida 11 años mayor y tasas de mortalidad infantil un 62,5% más bajas que las poblaciones con otros sistemas de gobierno, efectos que se mantienen (aunque reducidos) después de controlar el PIB y la desigualdad de ingresos”. Esta diferencia también se puede ver en las transiciones de regímenes autoritarios a sistemas democráticos consolidados.
Las investigaciones revelan también que un mayor sentido de control se asocia con mejores resultados en salud física, mejor bienestar psicológico y menor angustia psicológica, mientras que un menor sentido de autocontrol se relaciona con un incremento de síntomas depresivos y de ansiedad.
La evidencia señala que la corrupción, la represión y las violentas medidas represivas antidemocráticas dañan tanto la salud física como la mental. Es probable que el maltrato sufrido por manifestantes y detenidos provoque una angustia grave y otros síntomas psicológicos en los y las supervivientes, incluido el desarrollo de trastorno de estrés postraumático, depresión y ansiedad.
También se ha demostrado que las formas “silenciosas” de represión -tales como, la vigilancia, la limitación de la libertad de expresión o la prohibición del desarrollo profesional-, impactan negativamente en la salud mental y física de quienes las sufren. De igual modo, las percepciones de corrupción gubernamental pueden agravar los problemas de salud mental, incluida la depresión.
Dado lo anterior, la Alianza Global subraya en su comunicado el rol fundamental que desempeñan los sistemas democráticos para “contribuir a los más altos estándares alcanzables de bienestar, al brindar compromiso social, beneficios económicos y otras medidas”.
Se hace un llamamiento a todos/as los psicólogos/as para que aboguen por la protección y promoción de los sistemas democráticos, en pro de la la salud mental
Atendiendo a lo expuesto, y reconociendo el “profundo impacto de los determinantes sociales y políticos en la salud mental”, como psicólogos/as y asociaciones globales de psicólogos/as comprometidos con el bienestar de las personas y las comunidades, los miembros firmantes de la Alianza Global de Psicología hacen un llamamiento a los/as psicólogos/as de todo el mundo, para que aboguen por la protección y la promoción de los sistemas democráticos como un medio para mejorar la salud mental a nivel mundial.
En este sentido, se insta a que utilicen su experiencia “para educar a las comunidades, a los responsables de las políticas y a los líderes, sobre el vínculo crítico entre los sistemas democráticos y la salud mental y para oponerse a las fuerzas antidemocráticas que amenazan el bienestar de las personas y sus asociaciones”.
Así, la ciencia psicológica y sus aplicaciones pueden ayudar fomentando sociedades donde todas las personas tengan la misma oportunidad de prosperar y estén libres de la angustia psicológica causada por la corrupción, la violencia y la opresión.
Se puede acceder al comunicado desde la página Web de la GPA