El estigma de la salud mental en el trabajo
Hablar abiertamente y de forma natural de salud mental en el entorno laboral es un avance en la cultura empresarial y una estrategia inteligente para construir organizaciones más resilientes, humanas y sostenibles.
A día de hoy, a pesar de la creciente importancia que la salud mental está teniendo en nuestra sociedad, hay entornos como el trabajo y la empresa, en los que todavía sigue siendo casi tabú y puede provocar un estigma para aquellas personas que comparten sus preocupaciones. En algunos casos todavía nos podemos encontrar con actitudes negativas hacia quienes tienen algún problema psicológico, alimentadas por prejuicios, desconocimiento y una cultura laboral que prioriza la competitividad y la rentabilidad frente a la sostenibilidad y la salud.
Este estigma genera un clima de silencio y ocultación que afecta tanto a la persona como a la organización. Según el estudio ‘La salud mental en el ámbito laboral’ del Observatorio de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound, 2021), más del 50 % de los trabajadores europeos consideran que no podrían hablar abiertamente de un problema de salud mental en su empresa sin sufrir consecuencias. En el caso de España, la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo (VII ENCT, INSST, 2019) señala que un 22 % de los trabajadores ha experimentado síntomas de estrés o ansiedad derivados del trabajo, pero un porcentaje significativo no lo comunica por miedo al estigma o a ser percibido como menos competente.
Las consecuencias de este silencio estructural son múltiples: incremento del absentismo y presentismo, deterioro de la calidad del trabajo, aumento de la rotación laboral y disminución del compromiso. Además, según la Organización Mundial de la Salud (2022), la pérdida de productividad asociada a la ansiedad y la depresión no tratadas cuesta a la economía global más de 1 billón de euros anuales. Este coste no es solo económico, sino también humano, al perpetuar un entorno hostil para quienes necesitan apoyo.
Por otro lado, cabe señalar que las organizaciones que promueven una cultura de apertura y apoyo a la salud mental experimentan beneficios tangibles: mayor compromiso, reducción de bajas laborales, mejora del clima organizacional y una reputación más sólida ante clientes y futuros empleados. La Guía de actuación en materia de salud mental en el trabajo del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST, 2022) recomienda acciones como la sensibilización de los líderes, la implementación de protocolos de apoyo, el acceso a servicios psicológicos y la inclusión del bienestar emocional en las evaluaciones de riesgos psicosociales.
Hablar abiertamente y de forma natural de salud mental en el entorno laboral además de ser un avance en la cultura empresarial también es una estrategia inteligente para construir organizaciones más resilientes, humanas y sostenibles. Superar el estigma requiere voluntad institucional, liderazgo empático y políticas concretas, pero sus beneficios son incuestionables. El bienestar psicológico de las personas debe dejar de ser un tema invisible para convertirse en una prioridad compartida.