Entrevista a Nicolás Seisdedos Cubero

Premiado en el XXVIII Sopar de Confraternitat en reconocimiento a su trayectoria profesional en la consolidación y desarrollo de los instrumentos de psicometría en España.

Este año el Col·legi Oficial de Psicòlegs de la Comunitat Valenciana ha premiado en el XXVIII Sopar de Confraternitat a Nicolás Seisdedos Cubero en reconocimiento a su trayectoria profesional en la consolidación y desarrollo de los instrumentos de psicometría  en España. 

Maestro Nacional (Salamanca, 1956), Diplomado en Psicología Industrial (Madrid, 1967), Licenciado en Psicología (UCM, 1971), Doctor en Pedagogía (UCM. Madrid, 1973), ingresó en Técnicos Especialistas Asociados (TEA,1968), para realizar tareas de selección, formación de personal y depuración de instrumentos psicológicos de medida, y en 1978 se incorporó a TEA Ediciones para dedicarse plenamente a la creación y desarrollo de instrumentos de evaluación. Su actuación profesional se apoyó, desde el principio, en una profunda vocación científica orientada, a la vez, a la docencia (Profesor en UCM) y la investigación. Ha intervenido en el desarrollo informático de programación para la mecanización de los procesos de corrección y análisis estadísticos de los resultados de los tests. Además, es autor de varios libros y numerosos artículos. Asistente a congresos nacionales y extranjeros con  comunicaciones.

(Nicolás Seisdedos junto a la Vicedecana 2ª del COPCV, Concepción Sánchez, durante la entrega del premio en el XXVIII Sopar de Confraternitat del colegio)

 

1. ¿Cómo fue, y qué le llevó a iniciarse en el mundo de la psicología y más concretamente en el diseño de pruebas?

Durante los estudios de Pedagogía acepté de los profesores realizar trabajos prácticos de estudio y diseño de instrumentos psicopedagógicos, acudía a centros escolares y colaboraba con orientadores en la obtención de medidas de resultados de los escolares. Solicité y me concedieron una beca de investigación de las aptitudes técnicas (las aptitudes mecánicas y la Orientación Escolar y Profesional, 1966-67); la Memoria de Licenciatura de Pedagogía se apoyó en un test de aptitudes (el MacQuarrie); y en esa misma línea fue el tema de la tesis doctoral (las variables técnico-espaciales de la inteligencia).

Una vez aprobada la Licenciatura de Psicología, en los cursos posteriores de doctorado en Psicología (doctorado que tuve que dejar por falta de tiempo) comencé a desarrollar una medida de la aptitud superior cuantitativa de la inteligencia (terminó siendo el test Monedas en dos niveles, 1 y 2), que contestaron también mis alumnos cuando pasé a formar parte del profesorado de la naciente Facultad de Psicología en Madrid, a la que yo me incorporé, durante nueve años, en las asignaturas de Estadística. Alternaba mi tiempo entre la empresa privada (TEA o TEA Ediciones) y  la docencia universitaria en los cursos nocturnos.

En la empresa privada estuve más de 30 años dedicado a la realización de adaptaciones (de Estados Unidos, Francia e Italia) alternándose con creaciones propias de tests de aptitudes y personalidad, impartir cursos y asistencia a congresos nacionales y extranjeros.

 

2. ¿Cree que hoy en día los ordenadores facilitan mucho la tarea?

Sí. Hay muchas fases de la investigación que pueden ser repetitivas y tediosas y conllevan abundantes aspectos burocráticos y administrativos. Yo los tuve que realizar frecuentemente: recopilación de puntuaciones directas, distribuciones de frecuencias, obtención de estadísticos básicos, elaboración de gráficos, regresiones etc.

 Actualmente, pocos saben hacer una raíz cuadrada/cúbica o resolver ecuaciones complicadas (necesarias para aplicar fórmulas complejas de regresión); ahora es impensable intentar un análisis factorial con muchas variables.

¿Cómo se puede pensar en definir las interconexiones de un conjunto de factores de la inteligencia, de la personalidad o de las competencias profesionales para realizar con éxito una determinada conducta humana (escolar o profesional), si no se cuenta con potentes máquinas y programas informáticos?

 

3. ¿Con qué instrumentos se trabajaba inicialmente?

Yo no he empleado nunca un ábaco de madera que me compré en Japón con ocasión de un congreso internacional en Kioto; me fascinaba la herramienta pero pudo conmigo y quedó como adorno en un estante del despacho.

Pero sí empleé bastante (para hacer en poco tiempo cientos de cálculos o muchas raíces  cuadradas) una compleja regla de cálculo. Luego vinieron las calculadoras y programadoras de HP, los primitivos ordenadores (el Apple de 48K de memoria interna y posibilidad de unas pocas líneas de lenguaje Básic, aquel primer Spectrum, el M-24 de Olivetti con un software nuevo, compatible con el IBM-PC de aquella época, con MS-DOS y lenguaje GW-Basic, con 512 K de RAM y disquete de 3,5 pulgadas) y nuevas máquinas estadísticas. Luego siguieron los ordenadores IBM de los centros universitarios de cálculo a los que había que acudir con paquetes de cientos de fichas perforadas, en las que se grababan los datos y las instrucciones en lenguaje Fortran. Luego se pasó al lenguaje Pascal, al Dibol, al Cobol, al C. Primero fueron los paquetes estadísticos BMDP, y luego los del SPSS (de un viaje a un congreso en Edimburgo pude traerme de su Universidad programas muy potentes de análisis factorial para el centro de cálculo de la UCM).

Actualmente, en la empresa, comienzan a ser más usuales los ordenadores, las impresoras y los escáneres, ¡todo un lujo para quienes habíamos hecho muchas distribuciones de frecuencias con palotes!, y el ritmo de crecimiento y avance ha sido geométrico.

Naturalmente eso supuso aprender y dominar el uso de las herramientas ofimáticas (Excel, Word, PowerPoint). Los manuales del SPSS estaban siempre a mano en el despacho.

¡Qué ilusión recibí cuando se compraron en la empresa los primeros Spectrum y los M-24! Me hice con una agenda o cuaderno donde escribir todas las fórmulas estadísticas simples y los pasos de programa para aquellos primeros ordenadores.

Aquellos inicios dieron muchos frutos. El catálogo de tests de TEA Ediciones pasó de algo más de un centenar de instrumentos en 1977 a unos 250 que medían más del millar de variables a principios de los años 2000. ¡La caja de herramientas del psicólogo español ha crecido y es muy rica y diversa!

Otro hito de esa evolución informática fue lograr y dominar la lectura de las marcas ópticas, que permitieron diseñar hojas de respuestas a los tests y facilitar su procesamiento posterior, sin necesidad de una plantilla de corrección, y preparar ficheros de puntuaciones directas, que, a su vez se transformaron en puntuaciones típicas o derivadas. En una ocasión se examinaron en dos mañanas de un fin de semana (en las naves del Palacio de Exposiciones de Madrid) un total de más 60.000 candidatos en un mismo proceso de selección; algo impensable sin estas ayudas informáticas.

 

4. ¿Hacia dónde se encamina actualmente la evaluación psicológica?

Los expertos apuntan a los tests informatizados. La Psicometría pretende dar soluciones

a los problemas de medición en psicología, elaborando teorías y modelos formales y el establecimiento de pautas para desarrollar y aplicar métodos e instrumentos para la evaluación de las variables o rasgos aptitudinales o de personalidad. En las últimas décadas la teoría de los tests en la que más se investiga es la Teoría de la Respuesta al Ítem (TRI), dentro de la cual se van estableciendo modelos cada vez más sofisticados para definir el nivel de rasgo de una persona y el de los parámetros de los ítems que forman el test.

 

5. ¿Cuáles serían las pruebas que ha adaptado o elaborado y que recuerda con más cariño?

En el punto o pregunta 1 he aludido al test Monedas, con dos niveles de dificultad en el que me apoyé en esquemas (círculos de varios tamaños) para representar monedas que van desde media peseta a 25 unidades; con ellos pude plantear problemas simples de aritmética que presentaban una incógnita (¿) o varias que se asemejaban a ecuaciones de segundo grado, pero que, no obstante podían resolverse con ingenio para llegar a la solución acertada. El test ha tenido muy buena aceptación entre los psicólogos, cuando quieren medir una variable cuantitativa de nivel superior. Luego, hubo que hacer alguna modificación en los elementos para cambiar de pesetas a euros. Y las muestras recogidas para la tipificación superaron con creces varios millares.

En otra ocasión, los clientes de TEA Ediciones nos pidieron un “traje a la medida”, un test que midiera la capacidad para concentrarse en una tarea de flexibilidad cognitiva. En esa ocasión la tarea creativa dio como resultado el test Cambios que pretende medir una variable o  conjunto aptitudinal que, por su posición elevada o general en una estructura piramidal de la conducta, puede tener aplicaciones en muy diferentes comportamientos: se trata de la capacidad para concentrarse atendiendo a varias condiciones cambiantes en el entorno y la flexibilidad cognitiva para analizar, casi de golpe, de un modo holístico, si se cumplen o no los distinto cambios pedidos en cada ítem o elemento o en qué momento han dejado de cumplirse los cambios sugeridos.

Otra de las pruebas que también recuerdo con cariño no fue una creación de algo nuevo sino una adaptación. Me refiero al “Cuestionario de Personalidad 16PF” con sus formas A,B,C,D,5 y continuador en el ámbito clínico, el CAQ . Durante bastantes años he estado vinculado a su trayectoria en España; he estado visitando la empresa original (IPAT, en Champaign, Illinois, cerca de Chicago),  he conocido a los autores (la familia Raymond B., Mary y Heather Cattell en Champaign o en Hawái, donde el autor se había retirado, o en congresos internacionales y al autor del CAQ (Samuel E. Krug); he  recogido muy variadas muestras españolas; he coordinado mesas redondas y publicaciones monográficas (en francés e inglés) sobre el 16PF, he colaborado en Memorias y Tesis doctorales y realizado cientos de análisis factoriales y programación para elaborar informes automatizados con los resultados. A veces entre los profesionales de la Psicología me adjudican la autoría del 16PF. Y no es así, sólo ha sido una larga trayectoria de mi actividad como psicómetra vinculada con el instrumento.

 

6. ¿Cómo recibe el premio que se le ha otorgado este año en el XXVIII Sopar de Confraternidad organizado por el COPCV?

Con mucha sorpresa y satisfacción, porque viene de una Comunidad a la que viajo mucho, de turismo (¡como cientos de madrileños!, que tenemos al Mediterráneo como mar de adopción), pero con cuya actividad universitaria y psicológica no ha habido frecuentes contactos.

En 2012 el Colegio de Psicólogos de Madrid me concedió también una Mención Honorífica con parecida alusión a mi pasada labor en psicometría. ¡Cuánto honor!

Con esta segunda Mención del COPCV mi ego rebosa, y le estoy preparando un nuevo cuadro o marco  para que me sirva de recordatorio en el futuro.

 

7. Quiere añadir alguna cosa más?

No, creo que los párrafos anteriores son suficientemente explicativos.

 

Muchas gracias.

 

Y para aquellos interesados en conocer un poco más las aportaciones de Nicolás, tenéis en la galeria de imágenes una buena muestra. A lo largo de sus años de docencia, la oficial de profesor o la de dar charlas o cursos, Seisdedos ha ido diseñando costrucciones o inventos de tipo psicometrico que tuvieron muy buena aceptacion (aunque no fueron pensados para posible venta a los clientes de los tests).

Foto 1 - Nicolás Seisdedos

Foto 2 - Botellero

Con esta construcción con cubos de colores he podido explicar intuitivamente una estructura tridimensional de la personalidad, NPI. Los colores de cada lado de la estructura son de un solo color (rojo, blanco, amarillo, gris, negro y azul) y uno puede imaginar cómo es cada uno de los 27 tipos resultantes (3x3x3) diferentes de personalidad.

Foto 3 - Bolichimetro

Es una estructura en forma de maleta con una plancha en la que se han clavado muchas clavijas antes de unos canalillos, 1 a 30. Esta estructura se pone inclinada para que puedan caer unas bolas (de acero o de plástico) que se van introduciendo por la boca central superior. La bola choca con la primera clavija que se encuentra y puede ir (por azar) a la derecha o a la izquierda del tablero; ahora vuelve a repetirse el fenómeno de choque azaroso e ir a derecha o izquierda, y así hasta llegar a un canalillo. Se repite el proceso con unas cien bolas (muestra) y el resultado ha sido el que se ve en la foto. Con esto se llega a una distribución de tipo normal o gaussiana. Yo he llegado a meter un total de varios millares de muestras, cuya acumulación es claramente de tipo Gauss. Si la entrada se hace por la boca que hay a la izquierda (que he llamado de sesgo) el resultado es una muestra sesgada, de tipo asimétrico positivo, muy propia de los procesos de selección de personal. A partir de una muestra les ponía a los alumnos problemas de tipo estadístico.

Foto 4 - Seisdedos en una de sus chralas explicando el funcionamiento del Bolichimetro

Foto 5 - Seisdedos en una de sus chralas explicando el funcionamiento del Bolichimetro

Foto 6 - Seisdedos en una de sus chralas explicando el funcionamiento del Bolichimetro

Foto 7 - Batería para medir delincuentes

Metida en una maletita, como los clásicos tests manipulativos, la batería consta de tres tests y un cuestionario de personalidad. Pretendo ejemplificar un pseudo instrumento creado por mi porque soy profesor/asesor (es mi broma) en la Academia Rubber de Madrid, donde se preparan y certifican títulos de delincuentes antes de salir a la calle a ejercer su "honorable profesión". El alumno debe traer su propia herramienta (ganzuas) A veces algún asistente a la charla al final me pide la dirección de la Academia que mi reserva profesional no me permite dar.

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