Día Mundial Contra el Cáncer (4 de febrero) - Entrevista a Pilar Moreno, psicooncóloga responsable de programas y servicios en AECC

P. Moreno: 'Dentro de la Psicooncología, el psicólogo/a tiene un papel relevante no solo en la atención especializada durante la enfermedad sino también desde la perspectiva de la prevención'.

El próximo 4 de febrero es el Día Mundial Contra el Cáncer. Una enfermedad que, según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud esta semana, se prevé un aumento del 77% de nuevos casos de cáncer a nivel mundial hasta el año 2050. Una cifra alarmante que justifican por “el envejecimiento, el crecimiento de la población, así como los cambios en la exposición de las personas a los factores de riesgo, varios de los cuales están asociados al desarrollo socioeconómico”. Este aumento de casos, sin duda, requiere y requerirá un aumento de recursos económicos y profesionales para abordar la enfermedad de manera multidisciplinar.

El diagnóstico, tratamiento y el final de este, tiene un impacto emocional elevado tanto en la persona afectada por esta dolencia como en sus familiares o entorno más cercano. Por ello, el acompañamiento psicológico es fundamental. El objetivo del trabajo de psicooncólogas y psicooncólogos, es ayudar a afrontar el malestar, mejorar la adaptación y minimizar las consecuencias negativas tal y como explica Pilar Moreno, psicóloga responsable de programas y servicios en la Asociación Española Contra el Cáncer de Valencia. Con ella hemos hablado sobre el trabajo que realiza en la AECC, de la labor preventiva que pueden desarrollar los psicooncólogos, y de las diversas fases de la enfermedad, entre otros temas.

 

¿Cómo empiezas a trabajar con los pacientes y su entorno? ¿Se ofrece este apoyo o son ellos los que se acercan para pedirlo?

Desde la Asociación contra el cáncer ofrecemos atención psicooncología desde hace más de 30 años. La ofrecemos en siete hospitales de la provincia donde el propio paciente o el personal sanitario deriva al paciente o familiar que presenta alguna necesidad emocional durante el proceso oncológico. Además, tenemos tres sedes, una en Valencia otra en Sagunto y en Gandía, y dos consultas en Utiel y Almussafes, donde puede acudir cualquier persona que lo necesite, y realizamos atención telefónica y por videollamada.

Se estima que al menos un 30% de los pacientes oncológicos necesitan atención psicológica especializada. La atención a los problemas psicológicos derivados por la enfermedad y sus tratamientos se realizan en sesiones individuales, familiares y grupales. Ha habido una evolución en cuanto a la petición de asistencia especializada. Al principio era un servicio poco solicitado, si bien en las últimas décadas ha crecido de manera extraordinaria la demanda de este tipo de atención no sólo por parte de los pacientes sino también de los familiares. Ya no se explica un servicio de Oncología o comités multidisciplinares oncológicos sin que exista la figura del psicólogo dentro de ellos. El tratamiento oncológico debe de ser un tratamiento integral y el paciente tiene derecho a que se atienda todas las vertientes que conlleva la enfermedad con personal especializado en cada una de ellas. Para afrontar el impacto emocional que supone el cáncer, el equipo de psicooncólogos de la Asociación Española Contra el Cáncer de Valencia ha realizado 14.763 atenciones a 3.253 personas en 2022.

 

La OMS indica que el consumo de alcohol, tabaco y drogas; la alimentación, así como el ejercicio, son factores de riesgo o de protección ante la enfermedad que sí que podemos controlar, pero, éstos, están íntimamente relacionados con los hábitos y el estilo de vida. ¿Qué se puede hacer desde la psicología para propiciar o incentivar llevar una vida saludable o realizar cambios a mejor tras la detección del cáncer?

Dentro de la Psicooncología, el psicólogo tiene un papel relevante no solo en la atención especializada durante la enfermedad y sus tratamientos sino también desde la perspectiva de la prevención. 

El psicólogo puede trabajar los distintos factores relacionados con el desarrollo de la enfermedad, ofreciendo información veraz y contrastada, cuidando la comunicación y ajustándose a las necesidades de las personas, desmitificando ideas preconcebidas, abordando barreras y la motivación al cambio. Por ejemplo, el profesional de la psicología tiene un papel fundamental en la prevención e intervención del tabaquismo, uno de los factores de riesgo más importantes del cáncer vinculado con el 30% de los cánceres. Por otro lado, es importante visibilizar que, aunque la alimentación, la práctica de actividad física, o el consumo de alcohol y tabaco son conductas que, en principio, podemos elegir o no, todas ellas tienen una gran influencia del entorno en el que vivimos. El psicólogo también es un gran facilitador de estas conductas a través de su trabajo con instituciones públicas y privadas para conseguir crear entornos más saludables que permitan elegir opciones más sanas a la población. 

 

Muy a menudo se habla de ‘la lucha contra el cáncer’, ¿es una buena manera de definirlo o al plantearlo así, se lanza el mensaje de que, si te curas, vences; pero si no, pierdes (como si dependiera de uno mismo)?

Es una expresión obsoleta y polarizada. Debido a la evolución tan grande que han tenido los tratamientos del cáncer y la consecuente mejora en la supervivencia o larga evolución de la enfermedad, está claro que esta expresión no se ajusta a un planteamiento de ganar o perder, sino que más bien debemos de verlo como una circunstancia de salud que afecta en todas las áreas de tu vida y que podemos trabajar entre todos para afrontarla de la mejor manera posible. Para ello, podemos dotar al paciente de todos los recursos necesarios, no sólo médicos, sino sociales, psicológicos, etc. para que tanto él como su familia pueda adaptarse lo mejor posible a ella y minimizar las consecuencias.

 

¿Cada tratamiento (cirugía, quimio, radio…) requiere una atención/acompañamiento psicológico porque las consecuencias o el proceso son diferentes?

No necesariamente. Lo que requiere o no de nuestra atención no es cada tratamiento sino cómo se vive cada tratamiento. Cada paciente es único y sus vivencias también, dependerá de múltiples factores. Por ello, en muchos casos la evaluación inicial y seguimiento durante el proceso ayuda a prevenir problemas psicológicos ya que se trabajan dificultades que van apareciendo y se dota de recursos de afrontamiento que ayudan a adaptarse a cada momento. Aun así, no todas las personas van a necesitar este tipo de intervención. También hay personas que no lo requieren durante el proceso de enfermedad y sí al finalizar los tratamientos.

 

Aunque se haga una atención personalizada, ¿qué parámetros o fases son comunes a todas las personas que padecen cáncer? ¿Y en el caso de las personas cercanas (amistades y familia)?

Realmente no existe una única forma de reaccionar ante la enfermedad sino tantas como personas. Las emociones que suelen acontecer pueden ir desde la negación e incredulidad al miedo, bloqueo, ansiedad, culpa o tristeza. Los primeros días tras el diagnóstico suele ser una fase llena de emociones y aunque estas reacciones pueden ser normales en los primeros momentos, poco a poco suelen ir desapareciendo de forma natural asociada a la aceptación del diagnóstico. Si estos síntomas aparecen con frecuencia o mayor intensidad, es importante consultar con un psicólogo especializado.

Durante los tratamientos, el paciente va a tener que hacer muchos esfuerzos adaptativos para poder asumir los efectos secundarios y minimizar el impacto en su vida, conlleva multitud de cambios, asunción de pérdidas, mejora de comunicación familiar y con el sistema sanitario, etc.

Además, se ha identificado otra fase a la que debemos de prestar especial atención que es el final de tratamientos donde el paciente se ve inmerso en multitud de emociones, a veces contradictorias, miedos, requerimientos personales, familiares y sociales que no se acompañan todavía de buen estado físico.

En el caso de los familiares, su atención psicológica tanto como cuidado de recurso de apoyo como afectado directo es fundamental. En la Asociación les ofrecemos atención durante todo el proceso y realizamos grupos terapéuticos para los cuidadores durante el proceso, y en duelo si se produce el fallecimiento del paciente.

En conclusión, el psicólogo en Oncología trabaja junto al paciente y familia en todo el proceso de la enfermedad para ayudar a afrontar el malestar, mejorar la adaptación y minimizar las consecuencias negativas de esta.

 

 



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